En los días previos, a su presentación de anoche (24 de noviembre de 2011) se divulgó una entrevista en donde Eddie Vedder habló de que los últimos 10 años han sido buenos recalcando su gusto por tocar en vivo y sus familias.
Esta noche volvieron a mostrar que las camisas a cuadros, ya sean de franela u otro material, no pasan de moda y que se pueden alternar en manga corta o larga. Ver a Eddie con el cabello largo de nuevo, parece remontarnos a un pasado no muy lejano – No mames, cuánto cabello todavía tiene aún – le digo a mi acompañante.
El ‘show’ comenzó a las 21:25 después de que Vedder subiera al escenario a cantar la última canción con el grupo telonero X, de California que intentaron, todas las veces que pudieron, hablar en español. Salió con una máscara plateada, presumiblemente de ‘El Santo’.En muchos años de ver conciertos, es raro ver ese detalle; Pero Vedder ya lo había hecho en el 2003, allá en el recinto cruzando la calle. Eddie saludó con un ‘Hola México’.
Desfilaron varias canciones, al principio que si bien no eran ajenas, acaso poco conocidas por el público, al menos el que me rodeaba. Volví a observar esas miradas perplejas, de las que les hablé en la entrada de Interpol. Tuvieron que pasar varias canciones, hasta que al llegar a Even Flow, la gente se prendió, pero ya había pasado bastantes interpretaciones. Entonces, puedo decir que el público era también diferente.
Como era de esperarse, muchas de las canciones era su álbum Ten; Justo antes del primer Encore recompusieron y subió la intensidad cuando llegaron las canciones viejas. El concierto estuvo bien, pero falló en ser espontáneo. Cuando en ‘Daughter’ piden apagar las luces y ver los encendedores al ritmo de las canciones es interesante, si es la primera vez que lo observas. Yo lo vi por primera vez cuando Bono, en el 97 pide lo mismo. Ese día había muchos más encendedores, como se puede ver en el DVD de la gira.
En cierto punto del concierto, pensé que este iba a ser el más flojo de todos los conciertos que han dado en el país, pero se compuso; Pienso que este fue mejor que el del 2005. Para ese se tenía unas expectativas enormes, pues habían dejado el listón muy alto en el 2003. Y esa marca aún sigue ahí.
Hacia el final del concierto con ‘Rockin’ in the Free World’ los vasos de cerveza salieron volando por todos lados. Gran aportación del público y un buen momento. Pero la interpretación se quedó lejos de aquella combinación que hiciera en el 2003 con Sleater-Kinney en dónde se mezclaron con ellas y todos hicieron su parte. Aquella vez, también hicieron dúo durante ‘Hunger Strike’.
Una cosa buena de la noche, fue poder verles en un escenario amplio y grande, con buena acústica, que permitía oír las canciones plenamente; Pero no así las palabras que soltó Eddie Vedder a lo largo del show.
Es, sin duda raro no ver a Eddie Vedder tomar y tomar vino a lo largo del concierto, cómo sí lo hizo en las ocasiones anteriores. Ahora no pude ver que se llevara líquido a la boca durante el concierto. La sorpresa es verle sobrio en el escenario.
Me dio gusto oír esa canción que tanto me ayudó hace unos años mientras me sentía mal, pero también lamenté que no tocaran mi canción favorita de ellos. Se la habían estado ahorrando durante toda la gira, y aquí no fue diferente. Tampoco nos regalaron un cover de Queen (en su aniversario), o The Who o de Pink Floyd, como en otros lugares sí lo hicieron. Eso fue malo, en verdad. Que Vedder tocara una canción propia en la actuación, también es raro.
Aquí y ahora son diferentes. El show quizá sea muy parecido y sencillo pero es la esencia lo que ha cambiado. El grupo se ve unido, en gran forma. Pero no es lo mismo.
.gus0
Esta noche volvieron a mostrar que las camisas a cuadros, ya sean de franela u otro material, no pasan de moda y que se pueden alternar en manga corta o larga. Ver a Eddie con el cabello largo de nuevo, parece remontarnos a un pasado no muy lejano – No mames, cuánto cabello todavía tiene aún – le digo a mi acompañante.
El ‘show’ comenzó a las 21:25 después de que Vedder subiera al escenario a cantar la última canción con el grupo telonero X, de California que intentaron, todas las veces que pudieron, hablar en español. Salió con una máscara plateada, presumiblemente de ‘El Santo’.En muchos años de ver conciertos, es raro ver ese detalle; Pero Vedder ya lo había hecho en el 2003, allá en el recinto cruzando la calle. Eddie saludó con un ‘Hola México’.
Desfilaron varias canciones, al principio que si bien no eran ajenas, acaso poco conocidas por el público, al menos el que me rodeaba. Volví a observar esas miradas perplejas, de las que les hablé en la entrada de Interpol. Tuvieron que pasar varias canciones, hasta que al llegar a Even Flow, la gente se prendió, pero ya había pasado bastantes interpretaciones. Entonces, puedo decir que el público era también diferente.
Como era de esperarse, muchas de las canciones era su álbum Ten; Justo antes del primer Encore recompusieron y subió la intensidad cuando llegaron las canciones viejas. El concierto estuvo bien, pero falló en ser espontáneo. Cuando en ‘Daughter’ piden apagar las luces y ver los encendedores al ritmo de las canciones es interesante, si es la primera vez que lo observas. Yo lo vi por primera vez cuando Bono, en el 97 pide lo mismo. Ese día había muchos más encendedores, como se puede ver en el DVD de la gira.
En cierto punto del concierto, pensé que este iba a ser el más flojo de todos los conciertos que han dado en el país, pero se compuso; Pienso que este fue mejor que el del 2005. Para ese se tenía unas expectativas enormes, pues habían dejado el listón muy alto en el 2003. Y esa marca aún sigue ahí.
Hacia el final del concierto con ‘Rockin’ in the Free World’ los vasos de cerveza salieron volando por todos lados. Gran aportación del público y un buen momento. Pero la interpretación se quedó lejos de aquella combinación que hiciera en el 2003 con Sleater-Kinney en dónde se mezclaron con ellas y todos hicieron su parte. Aquella vez, también hicieron dúo durante ‘Hunger Strike’.
Una cosa buena de la noche, fue poder verles en un escenario amplio y grande, con buena acústica, que permitía oír las canciones plenamente; Pero no así las palabras que soltó Eddie Vedder a lo largo del show.
Es, sin duda raro no ver a Eddie Vedder tomar y tomar vino a lo largo del concierto, cómo sí lo hizo en las ocasiones anteriores. Ahora no pude ver que se llevara líquido a la boca durante el concierto. La sorpresa es verle sobrio en el escenario.
Me dio gusto oír esa canción que tanto me ayudó hace unos años mientras me sentía mal, pero también lamenté que no tocaran mi canción favorita de ellos. Se la habían estado ahorrando durante toda la gira, y aquí no fue diferente. Tampoco nos regalaron un cover de Queen (en su aniversario), o The Who o de Pink Floyd, como en otros lugares sí lo hicieron. Eso fue malo, en verdad. Que Vedder tocara una canción propia en la actuación, también es raro.
Aquí y ahora son diferentes. El show quizá sea muy parecido y sencillo pero es la esencia lo que ha cambiado. El grupo se ve unido, en gran forma. Pero no es lo mismo.
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