martes, 10 de diciembre de 2013

Extraño relato acerca de la movilidad

Parece que fue ayer cuando un día me encontré a un grupo de personas, que se reunían e intentaban organizarse para pedir, se reconsidera el aumento al costo del viaje en Metro. Fue el mismo día, que me dijeron: “Licenciado” de nuevo.

Lo digo a colación de que, en perspectiva, fue eso lo que comenzó con el replanteamiento por parte del gobierno y la movilidad de las personas en la gran Ciudad. Alguien, en algún punto se dio cuenta de que el gran movimiento de las masas por las arterias de ella, era por el afán y la búsqueda de una fuente de trabajo “suficiente”. Entonces el gobierno, compredió que era necesario replantear la estrategia: descentralizar algunos de los órganos administrativos fuera de la Ciudad y con ello los servicios relacionados: comida, centros de salud, centros de estudio, bancos, centros de esparcimiento, pero la clave de todo fue la vivienda.

Decidieron pues, poner al alcance viviendas de mayor calidad para que las personas pudieran habitar; algunas rescatadas de programas fallidos o rezagados como del INFONAVIT. Luego comenzar a planear el transporte suficiente hacia los nuevos centros de trabajo. Todos ellos fuera del área conurbada del Distrito Federal. En los estados circundantes, pero suficientemente lejos de ella, para copiar el concepto de los “suburbios” muy al estilo de Estados Unidos en los años sesenta o bien de Europa a finales de la Guerra Fría.

Sonaba harto extraño; pero las personas que primero se movieron fueron los obreros; fue necesaria una enorme mano de obra capaz de construir y adecuar nuevos centros a sus nuevas necesidades. Luego vinieron los especialistas. Dado que había un déficit de los mismos en las zonas recién habilitadas, entonces se comenzó a invitarlos desde otros lugares: pueblos, ciudades, estados. Los nativos, comenzaron a tener servicios que previamente no tenían: Salud, transporte, diversión, cultura. Porque los recién llegados, necesitaban los mismos servicios que tenían en la gran Ciudad, pero en una dimensión menor. No era simplemente pegar más cosas iguales a la grande. Era construir algo nuevo, pero con la suficiente lejanía como para poder respirar aire más limpio. El éxodo duró casi un lustro; o más tiempo. En realidad la gente fue renuente a salir de la gran Ciudad y sus “comodidades”. Algunas voces fueron más claras: “amenidades”, más que comodidades.

Una de los emplazamientos con más éxito, fue que se puso entre la ciudad de Querétaro y el Distrito Federal, unido por el nuevo tren occidental que hacía sólo 35 minutos desde cualquiera de los dos puntos. Este tren, además de ser de pasajeros, tenía área de carga que permitía el ágil movimiento de mercancías entre los puntos, por un bajo de precio, competitivo desde el punto de vista terrestre. De ahí, tomar de nuevo tranvías, muy al estilo de Europa. Pero estos viajes no eran para todos, sólo para el personal que aún no conseguía acomodo local o bien, prefería hacer el viaje de negocios o –como proveedor- revisar el funcionamiento o abastecimiento de las sucursales. Las historias de los obreros que viajaban hasta 5 horas al día para llegar a su lugar de trabajo desaparecieron paulatinamente a lo largo del país. Su mayor preocupación ahora eran los migrantes. Atraídos desde otros países por la nueva estructura que detonó crecimiento económico. “La masa tonta o peregrina” que busca un destino fácil.

Otro gran cambio fueron los dos nuevos aeropuertos; muy al estilo de Atlanta o bien de Nueva York, ayudaron a controlar el tránsito de mercancía por uno de ellos y pasajeros por el otro. Sin duda, el nuevo tren, fue el hilo constructor de los nuevos caminos del futuro ¿quién imagina ahora usar el viejo aeropuerto de la Ciudad de México? Obsoleto.

La gran Ciudad entonces, se volvió un lugar más caro, de acuerdo a la baja en la concentración humana. El costo del transporte y servicios comenzó aumentar paulatinamente hasta llegar a un nivel dónde los habitantes exigían regresar a los precios del pasado. La respuesta fue simple: “No hay suficientes pasajeros para poder disminuir los costos”. Era el costo del éxodo de dos décadas. Es curioso observar que la misma queja se repetía algunos años después, pero ahora por otras razones. ¡Alto al aumento en el costo del transporte!.

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Actualización: En enero de 2014, se anunció la construcción del "Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México" que comenzará en el 2014 y debe concluir antes del 2018. (fuente: El Universal)

jueves, 10 de octubre de 2013

Año tres

Por la ventanilla del avión, puedo ver cuatro colores: negro de la tierra inerte bajo los primeros rayos del Sol. Naranja, provocador. Blanco al centro y por encima el azul al que abraza de nuevo el negro. Todos ellos producto de la difraccion de la luz al entrar por la atmósfera terrestre. Estoy despierto porque los nervios de no alcanzar el vuelo, la ansiedad que me provoca imaginar la caída del avión en pleno vuelo. Me sudan las manos, como que estuviera haciendo calor dentro de la cabina, pero no es así. El tener ganas de ir al sanitario también es un síntoma del mismo padecimiento.

Y es entonces que surcando el cielo y viendo el amanecer, me acuerdo de ti viejita.

Sé que el aniversario ya pasó, pero no por ello lo he olvidado. Tampoco que no haya tenido nada qué contar. Tuve la tarea de escribir algo en una hoja de papel hace unas semanas y lo que he escrito allí lo transcribiré aquí abajo:

"No es que haya olvidado escribir este año; tampoco es que no lo deba hacer. Acaso, es que he tratado de ser más claro en lo que quiero decir pero me ha estado costando trabajo.

Este año, he tenido más preguntas que los anteriores. He sentido la necesidad de oír tu voz de cuando en cuando, aunque sé que resultará harto imposible. Queda pues a costa de mi memoria poder hacerlo esporádicamente acaso por el miedo de que el recuerdo se gaste, así como las cintas magnéticas, como los cassettes que te causaban risa.

Este año, también hicimos una misa en tu honor. En realidad fueron dos, por confusión de mi madre. Yo no pude ir a una de ellas por el horario, pero a la segunda sí como casi todos los demás. Te seguimos recordando excepto los más pequeños, pues o te conocieron siendo muy pequeños o bien, aún no habían nacido; como es el caso de Brissa. Es la segunda hija de nieta y evidentemente hermana de LR. Apenas va a cumplir un año de vida y tú nos dejaste hace tres.

Creo que no puedo ser más claro –me parece- por los cambios que pasado los últimos meses y apenas me estoy acostumbrando. Si bien vivir en otro lugar, bajo un nuevo techo, parece no ser cosa del otro mundo, en realidad se ha vuelto algo harto novedoso e incierto. A veces, te extraño más por ese detalle. Pero este barrio te gustaría más, me lo puedo imaginar; y es que hay muchas cosas, de las que te solían gustar, cerca. La panadería, está apenas a dos cuadras. La iglesia a cuatro, la tiendita, en la esquina. El pan es bueno. Las campanas y su repique, se oyen por las mañanas. El señor de la tienda, además de ser mi vecino, es muy activo igual que su esposa. Venden de todo. Quizá, así es como he imaginado era tu tienda allá en San Luis Potosí.

Me parece que este año, mi madre te ha extrañado más; tu compañía y actividades relacionadas le han dejado un gran hueco. No ha estado muy bien de salud, y aunque no ha estado en cama mucho tiempo, a veces me hace dudar un poco por el hecho de estar lejos. Quizá sólo es el proceso.

Por lo demás, parece que las cosas se vuelven impávidas a la mirada del observador casual. Cada vez escucho menos música nueva. No es como antes. Hace pocos días encontré mi viejo tocacintas portátil que usé en la secundaria y preparatoria. Todavía tenía dentro un cassette –grabado por mí, claro- pero no tenía pilas, así que no lo pude usar. Regresaré luego por él. Hay una gata nuevo en la casa, se llama Olivia; te gustaría. Es gris con manchas y pequeña aún."

Hace no muchos días, recordé una vez que ambos viajamos en tren hacia el pueblo que te vio nacer. Supongo que era el tren México-Querétaro. Estoy cierto que nunca viajaste en avión, pero estoy seguro que te habría dado un poco de miedo, como hoy a mí. Te extraño. Siempre.

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jueves, 20 de junio de 2013

¿Qué se sentirá?

Otra colaboración de su servilleta para el blog de deportes, que espero que les guste.

Que luego de un discurso la gente de abuchee y haya rechiflas. Que aquello que estás diciendo sea tomado como algo pasajero o no real. Cuando no seas capaz de convencer a todo aquel a quién te dirijes.

Habría que preguntarle al otrora Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, pero él en su defecto, acuñó la frase célebre: “Ni los veo, ni los oigo”. Una verdadera joya.

También a Joseph Blatter, magnánimo Presidente de la FIFA a quién le ocurrió apenas hace unos días luego del discurso inaugural de la Copa Confederaciones, evento más importante para dicho organismo. Incluso se aventó la puntada de preguntar por el juego limpio fair play en un portugués que más bien, parecía español.

Y no es para menos; las protestas que han ocurrido a lo largo de varias semanas, en las principales ciudades de Brasil –detonadas en primera instancia por el alza de precios en el transporte público- han tomado cada vez más fuerza y obtenido dividendos con su fuerza y notoriedad a nivel mundial. La población está un tanto nerviosa y preocupada por el gran endeudamiento que tendrán sobre sus espaldas con miras de cubrir el Mundial de Fútbol FIFA 2014 en Río de Janeiro y los Juegos Olímpicos 2016. Y no es para menos. Tendremos que recordar el flamante caso de Grecia, que cuando en 2004 organizó los Juegos Olímpicos que a la postre lo hundieron en una grave crisis en el periodo 2008 a 2012 y que aún los tienen a salto de mata.

Brasil, en cambio, tuvo una visión más ambiciosa y tendrá diversos (magnos) eventos deportivos, por lo que parece que no sufrirá en inversión, acaso en recuperar con los dos eventos mencionados, más la Copa América 2015 y alguno otro que se puedan agendar antes de que termine la década.

Las protestas no cesarán; eso es algo que debemos tomar en cuenta. Pero habrá que ver cuánta sensibilidad logra tener el gobierno, que mientras escribo esto, ha anunciado que regresará el precio del transporte público a su costo previo y que haya menos inconformidad. Habrá que esperar la reacción de la FIFA sobre las protestas y el caso de la seguridad, duramente criticado en los JJOO de Londres 2012. Luego vendrá la resaca ¿Y ahora qué hacemos con todo lo nuevo?

Pero también, por qué no a José Manuel “El Chepo” de la Torre quién a pesar de tener a los mejores futbolistas de un país con casi 118 millones de habitantes, que sólo tiene registrados 324,595 ante la FIFA y un total de 8,155,000 NO REGISTRADOS. La fríolera de los números da risa.
¿De un país de 118 millones no podemos tener 11 que sean profesionales en un deporte harto famoso? ¿De un total de 324000 no podemos tener un cuadro titular y otro menos ‘peor’? ¿Por qué si tenemos más jugares registrados que el TOTAL de jugadores de Uruguay no podemos tener un mejor papel a dónde se juegue?

¿Y la vergüenza deportiva?

(fuente: http://es.fifa.com/worldfootball/bigcount/registeredplayers.html consultada el 20 de junio de 2013)

viernes, 14 de junio de 2013

Adelanto

Este año, me he adelantado un poco y entré a mi blog con la idea de hacer la entrada: 'Año Tres' pero aún no es tiempo.

Lo que puedo adelantar para ella, es que este año también cae en jueves y que quizá también esté lloviendo. Que este año he ido a varios velorios y que siguen siendo cansados, aún cuando no seas tú el que lo lleva o eres afectado directamente. Me he puesto a pensar, la menos un par de veces en la muerte. Tengo un par de preguntas para la entrada de este año.

Comprometí que haría unas líneas para hablar de fútbol y espero mandarlas en un rato más, aprovechando la confusión.

Hoy me di cuenta, de la poca música que he estado oyendo.

No he regresado, simplemente que los cambios me han llevado a varios estadios y apenas, me estoy adaptando.

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jueves, 2 de mayo de 2013

Novedades en el frente

Tiene acaso muchos días que he tenido la inquietud nuevamente, de escribir.

Quizá porque he tenido unos libres y entonces al no haber más películas urgentes por ver, libros empolvados por leer o más música que buscar, descargar, convertir a archivos comprimidos, desempolvar y volver a descubrir, me da esa cosquilla.

En esta ocasión, más añoro escribir bajo un pseudónimo sobre música; pero también es cierto que ahora sólo me gustan las canciones con las que me siento cómodo: que están en mi memoria por algún buen recuerdo, o porque las he oído hasta el cansancio de la compañía en turno.

No es cosa fácil para algunos; hace no muchos días, mientras escuchaba una canción de The Cure a propósito del larguísimo concierto de hace unos días, en la Ciudad de México, pensé en que no es malo "entregar" canciones desde temprano en la vida, pero "más importante quién se queda con la canción al final de la historia".

Sí, cuando uno conoce nueva música, decide uno regalársela a alguien "en específico" o "especial" pues nos trae buenos recuerdos o acaso porque le tocó estar en el momento exacto, en el momento preciso. Y ¡Bam!. He caído en cuenta que a algunos regalan varias veces la misma canción sin querer, o porque han olvidado la razón previa. Algunos otros preferimos buscar una nueva canción para entregar al tiempo que vamos haciendo nuevas cosas. Y quedan los que jamás nombrarán nuevo dueño para 'esa' canción en especial.

Ninguna de las anteriores, parece una actividad conciente.

Quizá no sea tan importante para muchos.

En el proceso de volver a regalar la misma canción, influyen muchas desde ¿Qué hacías la primera vez que la regalaste? ¿Por qué se la regalaste? hasta el clásico ¡No mames, estaba bien pendejo!. Si ya han llegado a esta parte final de las explicaciones, estarán casi listos para nombrar nuevo dueño.

Tampoco existe un contrato que nos obligue a que una canción tenga un único dueño; lo que no me ha pasado aún -y espero que haya tiempo- es que dos personas distintas me regalen la misma canción. Quizá no les haya gustado "tanto la música como a ti" (sic), pero acaso es que ¿Las amistades han estado mal?

Eso quizá, lo sepa pero lo niegue.

Luego de casi 5 meses, no me podido ni sacar todas las cosas y acomodarlas en algún lugar ¿Cuándo tiempo durán las mudanzas?

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domingo, 13 de enero de 2013

Viejo llavero, nuevas llaves.

El llavero metálico es importado, tiene la bandera de otro país.

Es el principal testigo de los cambios que han ocurrido en las últimas semanas y meses. Ahora luce nuevas llaves. Que abren la misma puerta, pero será con menos frecuencia.

Decir que los cambios son buenos o malos, es menos obvio que saber que siempre ocurren. Algunos -como la vida y la muerte- son menos evidentes pero no por ello deben tener un calificativo binario.

Cuanto tuve mi primer juego de llaves, era mucho más sencillo y únicamente eran dos. Tampoco sé por qué me dieron uno si en aquellas fechas todavía había alguien en casa esperando. Supongo que tuvo que con la merma de las habilidades de mi viejita. No lo recuerdo bien; Pero estoy cierto que no tenía un llavero como tal. Era la simple argolla que te da el buen cerrajero luego de hacer una copia simple.

Una de las puertas a  abrir, ha cambiado completamente; la otra sólo de color pero la cerradura apenas cambió hace un par de semanas. Las llaves también han cambiado. El ropero de mi viejita tenía una cerradura simple y una llave de fierro. Era grande, con solo un diente que permitía cerrar o abrir sin más. Tenía tres ojuelos como mariposa, que al pasar del tiempo se había llenado de óxido que tornó negro para dar ese olor característico a las cosas viejas. Luego vinieron las de latón natural y recubiertas para que no se oxiden tan rápido.

Luego vinieron los identificadores plástificados de colores. O las llaves que tienen decoración vinílica. Están las llaves de "Duplicación restringida" cuya copia sale incluso más cara que algunas cerraduras y finalmente la de RFID todas de plástico.

Más llaves, nuevas formas, olores y colores.

¿Quién se ha quedado con la llave que abre tu mente? ¿Cuál es tu llave más vieja?