jueves, 15 de septiembre de 2011

La frontwoman, The Kills en México 2011

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Llegué sólo un poco antes de la hora marcada en el boleto.Evidentemente eso me permitió ver el lugar con más luz y me fueron evidentes los cambios que ha tenido el recinto.
Otrora ring de box, luego bodega abandonada hasta que lo retomaron como lugar para pequeños conciertos. El techo de lámina, el piso irregular y sin ventiladores. Era un gran horno que, en una buena tarde/noche calurosa de verano bien podía condensar el sudor y luego caer sobre los asistentes. El humo del cigarro se encerrada tremendamente formando una capa gris de al menos un metro de espesor.
Luego cambios, el área de mesas arriba, el cambio de piso del centro, donde estaba el ring, ventiladores con láser de color rojo haciendo anuncios. Los baños, la barra y finalmente el aire acondicionado; Ya no se permite fumar, pero gracias al aire, se puede disimular perfectamente.
La hora pactada pasó de largo y comenzó el set de un DJ que intentó amenizar con canciones viejas y nuevas. De entre ellas sale una vieja conocida: The Hives – Hate to Say I Told You So

Seguro más de uno la reconoce; Estuve ahí cuando salió en MTV y luego en la radio. Fueron de los pioneros de esta nueva onda de músicaque mezcla ritmos y que bien pueden ser alegres también pueden ser tristes o dereclamo. Quizá por ahí es dónde se nos cuela este nuevo post-punk moderno.

Luego otra vieja conocida, Blur – Song 2. La misma que salió en la segunda versión de FIFA que existió. También me toco verlo pasar.
Para cuando finalmente dieron las 23:00 el DJ ya había terminado su set y esperamos un momento más la triunfal aparición de este par de sujetos que tocarían esta noche. Tuvimos que esperar otros 25 minutos. Es una de las veces en que más consumo de líquidos ha habido. Espero que no por ello hayan retrasado la salida del grupo, pues sería triste.
Finalmente las luces se apagan y salen a escena.

Ella, Alison "VV" Mosshart, parece otra. Me explico: Es muy diferente verle cuando toca con The Dead Weather, al lado de Jack White, aunque sea ella misma la que canta las canciones. Quizá por el hecho de que hay una súper estrella en la alineación que además no hace lo quese le conoce en su otro (ahora) extinto proyecto de muchos años: The White Stripes.

Pero aquí con The Kills, se transforma. Quizá le haya aprendido a Jack cómo hacer suyo el escenario.
Y así lo demuestra apenas en la tercera canción del nuevo álbum “Blood PressuresHeart Is A Beating Drum, esa forma de adueñarse del escenario y opacar varias veces a su único cómplice es notorio. Dentro de la audiencia hay hombres y mujeres. Mas de las segundas, y de ellas, mujeres que sienten en lo más profundo de su ser las letras de las canciones. Pero ella es capaz de atraer la atención también de los hombres, incluido yo; Quedamos prendados de su expresión sobre el escenario.
Vamos no hay que ser un genio; Este año The Kills han aparecido en tres de los más grandes festivales de música en el mundo: Coachella 2011, Reading y Leeds 2011 y Glastonbury 2011 con horarios buenos. Para luego venir a tocar al Salón 21 (me gusta más ese nombre) con una audiencia de apenas 1000 personas. Ayer mismo tocaron en una fiesta privada de un vodka de etiqueta roja en la ciudad.
Y luego, durante la ejecución de alguna canción el movimiento de su cabellera sin control me hizo recordar los buenos de Nirvana, cuando Cobain lo hacía con ese tono de voz que se desgarraba.
Al tocar U.R.A Fever, fue más que evidente que su larga cabellera tenía adherido un tono rosa que la hacía ver más femenina; Un gran contraste entre la fuerza de su actuación y voz con los pequeños detalles como ese. Durante el encore del final hizo un cambio de ropa para las últimas tres rolas.
Las canciones fueron y vinieron; Perdí la noción de continuar anotando canciones pues ya sé que se puede consultar hoy en Internet con poner un par de palabras. Así que puse atención a los detalles.
Cómo era de esperarse Satellite, del nuevo álbum fue muy coreada. Un par de canciones después. En Last Day Of Magic, la luz del escenario se tornó toda azul haciendo un muy lindo contrate con su cabello rosa. Muy buenas fotos deben haber salido de anoche.

Después, nos informan: Están grabando todo lo que sucede esta noche. Gracias.
Viene el cierre previo al encore: Black Balloon y The Last Goodbye. Y con ellas salieron las fans de todos lados. Cómo si las hubieran invocado, unidas por la letra de esa canción que quizá quede fuera de todo esquema pero termina siendo intensa. Como ella.
Ha mostrado que puede ir del headbang más refinado, cual metalero hasta plantarse con una guitarra y cantar cosas como The Last Goodbye y silbar un poco con la decencia de esa canción que se pregunta acerca de cómo salir de ese lugar a dónde a llegado cuando el amor aún vive ahí. Poca spersonas, que yo haya visto pueden impersonar esos caracteres tan diversos en una actuación.
Aquí en México creo que tenemos sólo un ejemplo que se acerca: Ely Guerra. Y nada más. Pero Alison no es tan atractiva como la primera. Es parte de su encanto.
No tengo duda que fue uno de los mejores conciertos que se han dado este año; Y eso que aún falta algunos de artistas con mucho más carrera y penetración en el mercado.
Luego del encore, el concierto duró sólo un poco más. No demasiado. Y fue flojo. Un setlist corto, quizá heredado de los festivales de este año, por lo tanto concreto.
Me empiezo a ver un poco viejo entre audiencias de este tipo de música. Sí, me gusta música que oyen ahora los “chavos”de menos de 25 años. Pero llevo haciéndolo por ya más de una década. Espero, no cambie.
Tuve, pues el gusto de ver a una Frontwoman, capaz de llenar un escenario por sí misma. Llevando sobre su rosada cabellera la responsabilidad de entretener a las personas que han pagado por verla. Y eso, es cumplir con el trabajo.
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