(Recuperado del 2008)
****
Nunca había vivido el fútbol de esa manera, como en aquellos años cuando ella me enseñó. En su compañía, se convirtió en algo diferente, hasta mágico.
Nunca había sentido lo que era ser aficionado a un equipo de fútbol, ni siquiera por el equipo de mis amores, hasta que ella me llevó al Estadio.
Después de un tiempo aprendí.
Siempre por televisión, y en contadas ocasiones, gracias a mis amigos una que otra vez en el Estadio en todas ellas sentado. Ahora, no puedo imaginar ver un partido estando en el Estadio si no es de pie.
El aficionado de fútbol debe ser, por su misma definición, masoquista (nunca humillado) y porfiado; Un cabeza dura. Debes sentir la pasión por la playera, sus colores y su escudo, alimentada y construida por momentos y recuerdos. Es por ello que no importa si no sabes el nombre de los jugadores o no distingas el número en la playera desde tu lugar. Sí, el cabeza dura tiene un lugar en el Estadio, aquél a donde le enseñaron a estar.
Gritar para entonar los cánticos, aguzar el oído para distinguir aquellos de estreno y quedarte sin voz cuando vas perdiendo, ya seas local o visitante. Porque en algunas ocasiones puedes ver el fruto convertido en un gol: una victoria.
Una vez cumplidos los requisitos anteriores, entonces puedes formar parte de una tribu.
Ese grupo de aficionados que compran cerveza para todos, que van al sanitario o que fuman un cigarro en el medio tiempo, que comen tacos de canasta a la salida, que pelean con el tránsito de media semana para llegar antes del silbatazo inicial, y que pasan horas bajo el Sol intenso o aprenden a nadar para no morir ahogados bajo un diluvio. De esos que siguen a su equipo a todas partes, que llegan al Estadio con los ojos rojos y bien chiquititos.
Esos, que sólo ves cada quince días, pero que hacen las mismas cosas en el Estadio, que tienen miles historias para contar, pero las deben resumir en los quince minutos que dura el medio tiempo.
Nunca había vivido el fútbol, como en estos días en que tú me enseñaste.
****
.gus0
No hay comentarios:
Publicar un comentario